martes, 5 de junio de 2012

Medios de Comunicación


Los medios de comunicación son esas "ventanas" que usamos para ver el mundo. Y no se queda sólo en ventanas,  los medios también son útiles para proyectar algo que nosotros mismos queramos dar a conocer a las personas.
Los más conocidos o usados son el Internet y la televisión , y años atrás, también lo fueron los libros, telegramas y periódicos.
Los jóvenes solemos recurrir mucho a Internet para la escuela, y con mucha razón. Es moderno, se actualiza diariamente, rápido, eficaz. Pero en la computadora nos topamos con muchos problemas; publicidad, las mil gentes que te hablan en el messenger y cierta publicidad que no nos interesa y nos quita tiempo.  Al recurrir a buscadores como Google la lista de opciones es inmensa y no suelen ser casi ninguna de utilidad y en ocasiones que la búsqueda es muy específica, al no existir el artículo en Wikipedia o en monografías simplemente "resulta imposible" hacer la tarea sin darnos cuenta que hay bibliotecas y que tengo un libro de una pulgada de grosor para hacerme de una idea sobre cómo es la tarea. A veces con una simple idea, nosotros mismos podemos redactar algo, talvez no muy largo y con errores, pero mejor que no presentar nada o copiar.
Nuestros métodos de estudio serian más eficientes si le variáramos un poco a la rutina y no solo usáramos el Internet. Una visita a la biblioteca es igual de eficiente, o buscar en periódicos, que también para algo se inventaron, y se ha de sentir bien revivir esa nostalgia de tener libros enormes frente a uno.

lunes, 4 de junio de 2012

Acceso a los medios de comunicación y a las Tecnologías de la Información


El medio de comunicación es el instrumento o forma de contenido por el cual se realiza el proceso comunicacional o bien: "comunicación". Ya fuese para informar avances científicos, tecnológicos etc.
Han tenido una constante evolución desde la prehistoria cuando se comunicaban con señas y signos. Cuando ocurrieron los cambios económicos y sociales se fue necesitando más comunicación a más larga distancia, aparece entonces la historia y la imprenta (S. XV) le siguieron los  medios audiovisuales en la era de la electricidad (primera mitad del S. XX) y la revolución de la informática y las telecomunicaciones que hasta la fecha siguen innovando y se le han ido añadiendo muchos usos: Informar (el más importante), entretener, educar, transmitir, formar opinión etc.
De este modo los medios forman un papel importante en la sociedad. Cada día por la televisión pasan muchas noticias, cada una es un mensaje, una opinión. Es, por decirlo de alguna manera, una forma económica de viajar por el mundo. Verla con otros ojos (si se habla de noticias; los ojos del reportero) y todo esto para formar una telaraña en nuestra mente acerca de como encontramos la situación del mundo. Para muchas personas si no existieran los noticieros o no leyeran los periódicos, ni enteradas estasiarían de la crisis económica, o de los problemas ambientales, la nueva temporada de glee o los nuevos equipos que lanza apple al mercado. Así los medios nos sirven para no privarnos del mundo en el que vivimos fuese cual fuese el ámbito del que hablemos.
Toda la información que necesitamos la encontramos en diversos medios. Algunos, son algo mas resientes. Pero están siempre al alcance de casi todas las personas. El más antiguo de estos medios, es el libro, que existe desde hace miles de años y son uno de los medios de comunicación más antiguos, tienen una característica muy especial, la encuadernación, que es el método utilizado para unir las páginas y que sea muy difícil separarlas, la encuadernación en épocas medievales eran sumamente complejas, mientras que hoy en día se utilizan métodos muy económicos y poco duraderos, es decir, pegar con cola las paginas en el lomo y poner encima la pasta que vendrá siendo un simple Pedazo de cartón delgado, esto ocasiona que sean muy fácil de romper. La encuadernación de los libros no tiene nada que ver con el tema, pero es toda información que encontramos en cualquier libro que hable del tema.
El periódico también existe desde hace muchos siglos, es muy conocido y común en todas partes, no es tan útil para hacer investigaciones completas, pero sí lo es para enterarse de los últimos y más importantes sucesos de la zona, país o mundo y de cualquier ámbito del que se hable. En nuestro país, lamentablemente, los periodistas a veces no ejercen de la manera en que debieran hacerlo, porque no están donde la información o los hechos importantes, mas bien donde está el rating. Y es quer la tarea de periodistas no es solo la de dar información que el público pida, es dar a conocer a modo de denuncia ante las autoridades lo que ocurre en el país, es mostrar al pueblo donde está la verdadera corrupción y mostrar al gobierno que el pueblo sí sabe donde está, si sabe lo que pasa en el país y que tiene miedo. El periodismo es algo que va mas allá de las noticias.
*Dejando ahora los medios de comunicación mas antiguos pasamos a algo mucho mas resiente: la televisión, la famosa caja tonta, ésta es para todos un medio de entretenimiento o de ocio mas que de comunicación. No ven de verdad lo que tienen frente a ellos. Alejándose un poco de noticieros y documentales, encontramos muchos canales, algunos de T.V de paga, otros de señal abierta, como CANAL 22, o el canal del Instituto Politécnico Nacional; Once TV México. En este último, ya dicho; orgullosamente mexicano, existen ahora tanto espacios para niños que ya era muy conocido antes y otro más que se emite desde hace no mucho tiempo y que es un espacio dedicado exclusivamente a los jóvenes, Central Once. Honestamente, hacía mucha falta en televisión un espacio como este. Es un ejemplo claro de que saliendo de noticias y documentales, la televisión no es solamente la gran caja tonta. Muestra a adolescentes y adultos jóvenes cosas que en verdad les interesan, algunas series o programas, datos de interés, programas que manejan temas que es importante que los jóvenes conozcan como es el tema de escoger una carrera o decidir su futuro, además de que su propaganda incluye anuncios que fomentan valores y cultura. Tal vez alla en televisión otros espacios como este, otros canales iguales, y que las personas los conozcan para que en vez de quemarse las neuronas como hacen siempre (que yo también lo hago) conozcan de otras cosas con estos espacios y canales.
Pero siguiendo con los medios, tenemos otro más reciente aún que la televisión y son las computadoras, que con ellas llegó el Internet. En cuanto a buscar información, este se encuentra a la cabeza (OJO: en buscar información, de uno depende que tan provechosa o no sea).
Un simple cable amarillo o una simple señal satelital es ahora un sendero a una fuente de información masiva: una gran biblioteca compacta y portátil. En Internet encontramos todo lo que buscamos y también lo que no buscamos. Lo que es útil y lo que es inútil. Lo que es bueno y lo que es malo. En pocas palabras, TODO y en todos los idiomas. Es accesible para casi todos los bolsillos  y ha venido a revolucionar no solo los métodos de estudio, también la vida cotidiana y el trabajo.
Pero hay que tener algo en cuenta: en Internet  encontramos todo lo que hay que saber del mundo, pero no podemos llamarle simplemente "nuestro mundo". Queremos ver el mundo a través de un monitor y nos olvidamos que el mundo está cruzando la puerta y no frente a un monitor. Las personas ya no le buscan formas a las nubes ni pasean por el parque, no notan los tonos de las nubes y del cielo cuando amanece ni cuando se pone el sol. No se bañan en la lluvia, ni cierran los ojos para escucha todo lo que hay por escuchar. Ya no escuchan ni ven ni sienten más allá de lo estrictamente necesario. También creen que todo lo anterior es una pérdida de tiempo, o que es cosa de niños pensar en esas cosas. No se dan cuenta de que hay un severo caso de stress en el país y en el mundo y que es tal vez porque las personas ya no se relajan y tienen todo el tiempo medido.  "no se detienen a oler las rosas", dijo alguien.
Y bueno, sí me he salido del tema otra vez. Los medios de comunicación han ido evolucionando desde que el mundo puede recordar. Lo ha hecho para bien. Y lo seguirá haciendo por siempre. Son mucho más útiles que lo que se cree puesto que influye hasta en nosotros mismos y en la sociedad.
*Todos los ejemplos anteriores están estrechamente relacionados como medios de expresión puesto que un medio de comunicación es lo mismo,  porque "comunica" de una forma más personal.
Por ejemplo, si vemos una nota de un periódico, un noticiero  y la  sección de novedades en un blog de Internet, están dirigidos a las masas, para mantenerlas al tanto, y están escritos de una manera objetiva, es decir, imparcial. En cambio, una galería fotográfica, una novela contemporánea, el nuevo disco de Miguel bosé, todos son medios de comunicación.  Pero  la principal diferencia entre estos dos grupos es que uno de ellos están dirigidos a quien pueda interesarle, quien quiera conocer un enfoque completamente diferente al propio.
Muchos creen que expresarse se limita a obras, música, libros, palabras. Lo cierto es que hay algo más que no siempre nos damos cuenta y me gustaría hacer un énfasis en esto. Los conocidos por los jóvenes, los famosos metroflogs y fotologs. Y no, no me refiero a las fotos, sino a la curiosa manera que algunos usan para dejar firmas en el libro de los amigos o en las leyendas de sus fotos. ¿Porqué es que les da por acortar palabras de esa manera o sustituirla por sonidos?  Como ocurre con TKM, por "te quiero mucho" o "io" en vez de "yo" también los emoticones formados con letras y signos (O____O, =w=, ¬__¬, >///<. >____>, xD, LOL, OMG, :E, D:, :D, X_x, @_@, *Q*, ^-^, y la lista es infinita) ¿Quien iba decir que la razón por la que escriben así no es solo para expresarse más allá de las palabras? Básicamente, forman sus propias reglas ortográficas. Así se sienten únicos. Son los jóvenes los que tienen la manía de escribir así, no se preocupan por reglas porque nadie les pondrá un gran 5 y la nota "mejora tu ortografía la próxima vez". Se sienten de este modo libres, y dicen, se ve mas "cool".
Cuando pasas tanto tiempo escribiendo de un modo y tus amigos leyendo tus comentarios, llega un momento en el que identifican que tú lo haz escrito. Suelen decir "se nota que lo escribió él". Porque cada muchacho adopta sus propias "reglas ortográficas", su manera de teclear o la típica carita que pone al final.
A veces, ni siquiera importa si logras entender el mensaje, escriben de un modo que podría decirse escrito en clave, para que solo él, conocidos o pocos entiendan de pies a cabeza el texto:

“wo0olas.. wa.. el carnaval..2010.. wiiiwaa ia termino0o oi es el kema.. jejeno mames.. chi.. aier.. me diverti de lo mas chidoo..con kateriin.. jonattha. dani.alan..esponjita...basurita... panke.. rocas...maikee..lalo...tazzitho..morritha..... i con..wa.. ssuss nombres se me acuerdo.. de todos.. pero00 los demas k faltan.. se k stan en mi corazon.. aunke sus.. nombres no los recuerde ske eran demaciados...perro0o... wa.. enpedando0me.. con ustedes con CORONA... k staba del asc0o me dio0o ganas.. de bomittar..... jeje...puuff.. en el baño.. con..jonattha,,,( blu--) jeje no podia.. aser pipi.. jajaja... chi.. la jente gritando0o...( salgan mayates..).¬¬ asi. aseguir.. tomando0o.. noo m***ss.. io enpese desde las..10 de la mañana con xenia.. siiiii a i kede mariadisimo.. ala v****.. pero0o no0o lo0o demostraba.. xk staba la mama de pame...:$ “

En conclusión, el "artista" no solamente vive de su arte. Vive de aquello que le permite dar a conocer su arte.
Porque vive de la crítica, buena o mala, vive de sus admiradores y de los aplausos y tanto vive como tatos sean los ojos que le observan... a su arte, claro.
El escritor, "comunica" através de los libros, y en ellos "expresa" sus sueños, su arquetipo, sus pesadillas.
Los medios no sólo son un derecho. Enterarse de las cosas. Ver las noticias o leer el periódico. Son tan profundos como profunda llega a ser la mirada de aquel a quien se ama.

domingo, 3 de junio de 2012

¿Qué sucede con el Internet?




Internet despierta opiniones, actitudes y propuestas diversas. Abundan los temores frente a los riesgos a los que están expuestos los mas jóvenes, como también las alternativas tecnológicas y comerciales que suponen que la educación se transforma automáticamente porque se instalan computadoras y se utiliza Internet en el proceso enseñanza-aprendizaje. Hay quienes sostienen que Internet llega solamente a los niños y adolescentes de las grandes ciudades y que el mundo rural estan por fuera de estas tecnologi­as y que vivimos, por ende, una fractura digital.
Internet es hoy para los jovenes una forma de comunicacion, se utiliza como una extension de su relacion entre pares y con la finalidad de mantenerse informados, ba¡sicamente sobre todo aquello que es parte de su vida social y cotidiana. En el caso particular de la ciudad de Lima, las investigaciones muestran que los escolares utilizan Internet principalmente para entretenerse y secundariamente para aprender, a pesar del discurso de padres y maestros. Sin embargo, una reciente investigacion del Instituto de Investigacion Cienti­fica de la Universidad de Lima realizada en Chiclayo, Cusco e Iquitos concluye que el valor de la informacion para el aprendizaje en la escuela es mayor. Los jovenes aprecian que Internet y los medios audiovisuales son una importante posibilidad de "conocer" sobre muchos aspectos que la escuela no les permite y le asignan un valor de complemento a la educacion que reciben en el aula.
No resulta menos importante el lugar de Internet como espacio de encuentro con los amigos y de comunicacion en general. En ese sentido, los jovenes de las tres ciudades identifican a Internet como una tecnologia de relacion, de interaccion, que guarda una continuidad con su amplia cultura audiovisual. Si bien la mayori­a  tiene una computadora o una conexion a la red desde su hogar, se trata de un medio muy presente en la vida de los jovenes y de sus familias. Se sienten satisfechos de poder acceder a la red y compartir estados de a¡nimo a distancia, expresar aquellos que cara a cara no pueden decir, jugar con sus identidades.
Hay diferencias destacables entre los adolescentes de primero y quinto de secundaria. Los primeros son consumidores de television; los segundos empiezan a reemplazarla por la radio e Internet. Los padres, especialmente los de colegios publicos, los siguen atentamente y controlan las actividades que realizan, se preocupan por los peligros de la ciudad y se muestran muy alertas frente a los riesgos de la tecnologia. Para los padres de colegios privados, el Internet es necesario porque los vincula con lo moderno.
Los propios profesores estan muy entusiasmados con Internet, aunque poco capacitados en su uso, y en aulas y colegios con equipamiento muy elemental, envian a sus estudiantes a realizar las tareas por Internet. Mas de un 80% asi lo revela en la investigacion mencionada. ¿Como lo hacen, que pautas utilizan, con que finalidad? Es un tema que debe llamar a reflexionar a padres, maestros y autoridades, porque el uso que se hace en la escuela es muy limitado. No hay una preparacion y una planificacion que aliente a los estudiantes y maestros a desarrollar un aprendizaje colaborador. Se puede usar la tecnología y tener Internet en el aula, pero conservarse el modelo tradicional de transmision de informacion. El asunto es mas profundo.
Se comete un grave error cuando se piensa que Internet es solamente una tecnologia. Se trata de una forma de comunicacion crecientemente central y que requiere incorporarse a las poli­ticas culturales y educativas. Se hace indispensable enfrentar el viejo concepto de que el conocimiento o los conocimientos provienen solamente de la lectura y plantear la complementariedad entre imagen y lectura. Buena parte de los que nuestros niños y adolescentes saben hoy proviene de lo que ven y escuchan. Por ese motivo, frente a la abundancia informativa y de las ima¡genes, se hace necesario aprender a discernir, a discriminar la informacion y desarrollar poli­ticas y practicas interculturales en la escuela y el hogar que le permitan a nuestros niños y adolescentes integrar su pensar y su sentir, su razón y su emoción.

sábado, 2 de junio de 2012

Otras estrategias para investigar y trabajar en los medios


La en­se­ñan­za de los me­dios de co­mu­ni­ca­ción no es un área de co­no­ci­mien­to re­cien­te. In­gla­te­rra co­men­zó a in­tro­du­cir la en­se­ñan­za del ci­ne en la edu­ca­ción en la dé­ca­da del trein­ta. Pe­ro, trein­ta años des­pués se­rá cuan­do or­ga­ni­ce y de­sa­rro­lle un cuer­po teó­ri­co a par­tir de las in­ves­ti­ga­cio­nes y pu­bli­ca­cio­nes rea­li­za­das por el Bri­tish Film Ins­ti­tu­te. En la ac­tua­li­dad In­gla­te­rra cuen­ta con un cu­rrí­cu­lum es­pe­cí­fi­co pa­ra la edu­ca­ción pr­ma­ria y se­cun­da­ria en as­pec­tos vin­cu­la­dos con los me­dios de co­mu­ni­ca­ción. Asi­mis­mo en mu­chas Uni­ver­si­da­des co­mo la de Lon­dres, Not­hing­ham o la Open Uni­ver­sity, cuen­tan con pro­gra­mas es­pe­cí­fi­cos pa­ra la for­ma­ción so­bre la en­se­ñan­za de los me­dios, des­ti­na­dos a maes­tros, a ani­ma­do­res so­cio­cul­tu­ra­les y a li­cen­cia­dos.
Por otra par­te a prin­ci­pios de la dé­ca­da del se­ten­ta, se de­sa­rro­lla­ron en Es­ta­dos Uni­dos al­gu­nas de las ex­pe­rien­cias de aná­li­sis de los me­dios más pro­gre­sis­tas a ni­vel in­ter­na­cio­nal, que fue­ron mar­gi­na­das, ais­la­das o so­fo­ca­das du­ran­te las ad­mi­nis­tra­cio­nes de Rea­gan y Bush. Du­ran­te la ges­tión de Clin­ton vuel­ven a re­to­mar­se al­gu­nos de los plan­tea­mien­tos de los se­ten­ta y se po­ne en prác­ti­ca en for­ma ex­pe­ri­men­tal un cu­rrí­cu­lum so­bre me­dios de co­mu­ni­ca­ción en es­cue­las pri­ma­rias del es­ta­do de Nue­vo Méxi­co. Asi­mis­mo, la la­bor que se es­tá de­sa­rro­llan­do en di­fe­ren­tes ins­ti­tu­cio­nes sin fi­nes de lu­cro, co­mo Stra­te­gies for Me­dia Li­te­racy de San Fran­cis­co, Te­le­me­dia de Mary­land (Wis­con­sin) o uni­ver­si­da­des co­mo Har­vard o North Ca­ro­li­na, per­mi­ten ha­blar de un re­na­ci­mien­to de la edu­ca­ción au­dio­vi­sual en ese país.
Aus­tra­lia es el país que a par­tir de los se­ten­ta ha de­sa­rro­lla­do un cu­rrí­cu­lum obli­ga­to­rio pa­ra la en­se­ñan­za de los me­dios en la edu­ca­ción pri­ma­ria y se­cun­da­ria. Los maes­tros re­ci­ben en su for­ma­ción ini­cial co­no­ci­mien­tos, téc­ni­cas y me­to­do­lo­gías con­sus­tan­cia­les con la prác­ti­ca au­dio­vi­sual, que se­rán ne­ce­sa­rias a la ho­ra de de­sa­rro­llar un pro­gra­ma so­bre me­dios. En es­tos mo­men­tos es­tán de­sa­rro­llan­do in­ves­ti­ga­cio­nes vin­cu­la­das con la eva­lua­ción de las di­fe­ren­tes me­to­do­lo­gías que es­tán lle­van­do a ca­bo.
Ca­na­dá ha de­sa­rro­lla­do, tam­bién, cu­rrí­cu­los obli­ga­to­rios pa­ra la en­se­ñan­za de los me­dios y los pro­fe­so­res re­ci­ben una for­ma­ción es­pe­cí­fi­ca en es­te cam­po. La Guía pa­ra la En­se­ñan­za de los Me­dios rea­li­za­da por el Mi­nis­te­rio de Edu­ca­ción y la As­so­cia­tion for Me­dia Li­te­racy (AML) de To­ron­to ha si­do un ma­te­rial ines­ti­ma­ble pa­ra la con­for­ma­ción de un cuer­po teó­ri­co y prác­ti­co den­tro del mun­do an­glo­sa­jón.
En el con­tex­to de es­ta nue­va len­gua, Es­pa­ña aca­ba de in­tro­du­cir en sus nue­vos cu­rrí­cu­los pa­ra la edu­ca­ción pri­ma­ria y se­cun­da­ria la en­se­ñan­za de los me­dio­s. Es­to sig­ni­fi­ca que en dis­ci­pli­nas co­mo Len­gua, So­cia­les, Edu­ca­ción Ar­tís­ti­ca y Plás­ti­ca se in­cor­po­ran de ma­ne­ra trans­ver­sal es­tos con­te­ni­dos. Al mis­mo tiem­po en el ni­vel se­cun­da­rio, los alum­nos pue­den ele­gir asig­na­tu­ras op­ta­ti­vas co­mo Pro­ce­sos de Co­mu­ni­ca­ción, Ima­gen y Ex­pre­sión o Co­mu­ni­ca­ción Au­dio­vi­sual. Asi­mis­mo ca­da es­cue­la pue­de de­sa­rro­llar sus pro­pias asig­na­tu­ras op­ta­ti­vas vin­cu­la­das con las ne­ce­si­da­des del en­tor­no y los in­te­re­ses de los alum­nos. Des­de el ám­bi­to uni­ver­si­ta­rio se for­man pro­fe­sio­na­les en el aná­li­sis y la pro­duc­ción de imá­ge­nes en la Uni­ver­si­dad Na­cio­nal de Edu­ca­ción a Dis­tan­cia (UNED).
En el con­tex­to la­ti­noa­me­ri­ca­no se han de­sa­rro­lla­do en el cam­po de la edu­ca­ción no for­mal pro­gra­mas so­bre edu­ca­ción en los me­dios en Bra­sil, Chi­le, Mé­xi­co, Co­lom­bia, Ar­gen­ti­na, Cos­ta Ri­ca.
En Ar­gen­ti­na, en nin­gún ca­so has­ta el mo­men­to es­tas en­se­ñan­zas for­man par­te del cu­rrí­cu­lum y las ex­pe­rien­cias de los maes­tros en el cam­po de los me­dios de co­mu­ni­ca­ción es­tá li­mi­ta­da a la es­ca­sa y a ve­ces ine­xis­ten­te for­ma­ción que re­ci­ben en es­te cam­po. En la ma­yo­ría de los ca­sos la ex­pe­rien­cia de los maes­tros ar­gen­ti­nos con los me­dios de co­mu­ni­ca­ción es­tá es­tre­cha­men­te vin­cu­la­da a su pa­pel de con­su­mi­dor de men­sa­jes y a su sen­ti­mien­to de im­po­ten­cia de no sa­ber qué ha­cer en el au­la fren­te a las pro­pues­tas que, so­bre to­do, la te­le­vi­sión ofre­ce a ni­ños y ni­ñas.

¿qué es la educación audiovisual?
El uso y el ac­ce­so a la tec­no­lo­gía de los me­dios es un pe­que­ño as­pec­to de la edu­ca­ción au­dio­vi­sual. Lo más im­por­tan­te es la com­pren­sión por par­te del alum­no de có­mo es­tán cons­truidos los do­cu­men­tos au­dio­vi­sua­les y el sig­ni­fi­ca­do con fre­cuen­cia im­plí­ci­to en su cons­truc­ción. La edu­ca­ción au­dio­vi­sual se ocu­pa tam­bién de cues­tio­nes más am­plias re­la­ti­vas al do­cu­men­to, co­mo su ca­rác­ter ins­ti­tu­cio­nal, el con­tex­to cul­tu­ral en el que ha si­do pro­du­ci­do y en el que es con­tem­pla­do y, en fun­ción de aquél, en el man­te­ni­mien­to de la ideo­lo­gía do­mi­nan­te.
Es­ta­mos en una épo­ca de con­mo­cio­nes tec­no­ló­gi­cas que po­ne en cues­tión la re­la­ción en­tre al­fa­be­ti­za­ción y so­cie­dad, qui­zá si­mi­lar a la in­tro­duc­ción de la im­pren­ta.
Ty­ner se­ña­la que “co­mo es­ta­mos en me­dio de cam­bios tu­mul­tuo­sos, na­die com­pren­de en­te­ra­men­te lo que nos es­tá su­ce­dien­do. Por mu­cho que sin­ta­mos nos­tal­gia o eche­mos de me­nos las pe­que­ñas es­cue­las de tiem­pos pa­sa­dos, te­ne­mos que em­pe­zar a asu­mir que no se va a vol­ver atrás, a un mun­do de­fi­ni­do por la pa­la­bra im­pre­sa y ha­bla­da” (1).
El en­tor­no que nos ro­dea es­tá con­for­ma­do por las nue­vas tec­no­lo­gías de la in­for­ma­ción y de la co­mu­ni­ca­ción. Y de al­gu­na ma­ne­ra nues­tra so­cie­dad y nues­tra épo­ca só­lo pue­den en­ten­der­se si se ma­ne­jan al­gu­nos de los có­di­gos con­sus­tan­cia­les a las nue­vas tec­no­lo­gías. Y el com­pro­mi­so his­tó­ri­co que tie­ne Ar­gen­ti­na con sus ciu­da­da­nos es ca­pa­ci­tar­los pa­ra en­fren­tar to­dos los de­sa­fíos que im­pli­ca el uso de las tec­no­lo­gías de la in­for­ma­ción y de la co­mu­ni­ca­ción.
Los cam­bios pro­fun­dos que se vi­ven año tras año en el cam­po tec­no­ló­gi­co y co­mu­ni­ca­cio­nal y, por su­pues­to, en la vi­da de mi­llo­nes de ar­gen­ti­nos no es­tán re­fle­ja­dos en el ám­bi­to es­co­lar. Co­ti­dia­na­men­te vi­vi­mos con las más di­ver­sas for­mas y ex­pre­sio­nes de la tec­no­lo­gía pe­ro en las es­cue­las aún no se han de­sa­rro­lla­do pro­gra­mas o pro­yec­tos que acer­quen la rea­li­dad tec­no­ló­gi­ca que vi­ve la so­cie­dad a la que se vi­ve en las au­las.
Y son los pro­fe­sio­na­les quie­nes, pre­ci­sa­men­te, pue­den ha­cer mu­cho pa­ra ex­pli­car la re­la­ción en­tre la al­fa­be­ti­za­ción, la tec­no­lo­gía y la so­cie­dad, y quie­nes pue­den de­ter­mi­nar el rum­bo de la edu­ca­ción mo­der­na. Y la edu­ca­ción mo­der­na pa­sa no só­lo por co­no­cer las ope­ra­cio­nas bá­si­cas de la lec­toes­cri­tu­ra y el cál­cu­lo, si­no tam­bién por ana­li­zar, com­pren­der los len­gua­jes de la tec­no­lo­gía y de la co­mu­ni­ca­ción de es­te fin de si­glo y ex­pre­sar­se con ellos.
los argentinos y la tecnología
Se pre­ci­san pla­nes y pro­yec­tos que no só­lo ab­sor­ban el ac­ce­so a la in­for­ma­ción, si­no tam­bién en­se­ñen los prin­ci­pios y es­tra­te­gias que ayu­den a los alum­nos a de­co­di­fi­car, ana­li­zar, eva­luar y pro­du­cir co­mu­ni­ca­ción en una mul­ti­pli­ci­dad de for­mas.
Des­de es­ta pers­pec­ti­va, de­be en­ten­der­se la ur­gen­cia de in­cor­po­rar pro­yec­tos, pro­gra­mas y cur­sos en Al­fa­be­ti­za­ción Au­dio­vi­sual (Me­dia Li­te­racy).
Se­gún la de­fi­ni­ción adop­ta­da en el Con­gre­so In­ter­na­cio­nal (1989) con­vo­ca­do por la As­so­cia­tion For Me­dia Li­te­racy de Ca­na­dá, Me­dia Literacy es la ca­pa­ci­dad de de­co­di­fi­car, ana­li­zar, eva­luar y co­mu­ni­car­se en una va­rie­dad de for­mas. Y lo que se pre­ten­de es que los jó­ve­nes de­sa­rro­llen es­ta des­tre­zas y ac­ti­tu­des en fun­ción de las múl­ti­ples for­mas de co­mu­ni­ca­ción cer­ca­nas a su mun­do (2).
Tra­ba­jar con el len­gua­je au­dio­vi­sual pue­de en­ri­que­cer nues­tra per­cep­ción es­té­ti­ca. Pe­ro eso so­lo no es su­fi­cien­te. A­de­más de de­sa­rro­llar el gus­to y la sen­si­bi­li­dad pa­ra el so­ni­do, la ima­gen, el tex­to, de­be­mos de­ve­lar nue­vas di­men­sio­nes a ni­vel del con­te­ni­do y de su es­truc­tu­ra pa­ra in­fe­rir esos aná­li­sis den­tro de una pers­pec­ti­va de con­jun­to. Pe­ro es­to tam­po­co es su­fi­cien­te. Se ha­ce ne­ce­sa­rio que ade­más de de­sa­rro­llar pro­ce­sos que im­pli­quen dis­fru­tar de los me­dios, ana­li­zar y com­pren­der su fun­cio­na­mien­to en re­la­ción con sus au­dien­cias, los jó­ve­nes pue­den ex­pre­sar­se a tra­vés de los me­dios, es de­cir, pue­den rea­li­zar men­sa­jes con di­fe­ren­tes ti­pos de so­por­te.
De­ci­mos que una per­so­na es­tá al­fa­be­ti­za­da cuan­do ade­más de leer (de­co­di­fi­car) una se­rie de sig­nos, pue­de pro­du­cir (co­di­fi­car) una se­rie de men­sa­jes que le per­mi­ti­rán co­no­cer y com­pren­der su en­tor­no al mis­mo tiem­po que po­drá co­mu­ni­car­se de una for­ma más di­ná­mi­ca y va­ria­da con el mun­do que lo ro­dea. Un in­di­vi­duo es­ta­rá al­fa­be­ti­za­do en los me­dios de co­mu­ni­ca­ción cuan­do ade­más de leer men­sa­jes au­dio­vi­sua­les es­té en si­tua­ción de po­der pro­du­cir nue­vos men­sa­jes en di­fe­ren­tes có­di­gos que le per­mi­ti­rán trans­fe­rir es­tos apren­di­za­jes a si­tua­cio­nes nue­va­s. Es­to sig­ni­fi­ca que po­drá tras­la­dar a di­fe­ren­tes si­tua­cio­nes de la vi­da co­ti­dia­na don­de es­tán pre­sen­tes los me­dios de co­mu­ni­ca­ción los co­no­ci­mien­tos apren­di­dos so­bre el mun­do au­dio­vi­sual, del mis­mo mo­do que lo ha­ce un in­di­vi­duo cuan­do tras­la­da a las más di­ver­sas si­tua­cio­nes de la vi­da el apren­di­za­je que ha te­ni­do con la lec­toes­cri­tu­ra.

formación de profesores y alumnos
El di­se­ño y la pues­ta en mar­cha de un plan de for­ma­ción de pro­fe­so­res y alum­nos que ac­tua­li­ce y de al­gu­na ma­ne­ra logre ho­mo­ge­neizar un cor­pus teó­ri­co bá­si­co que sus­ten­te la prác­ti­ca edu­ca­ti­va en los di­fe­ren­tes ni­ve­les de en­se­ñan­za de­be ser uno de los pri­me­ros pa­sos, que de­be ser acom­pa­ña­do por la in­clu­sión en los pla­nes de es­tu­dio de los fu­tu­ros pro­fe­so­res que ha­brán de in­cluir a los me­dios au­dio­vi­sua­les co­mo ob­je­to de es­tu­dio.
Los es­tu­dios so­bre Edu­ca­ción pa­ra los Me­dios de Co­mu­ni­ca­ción de­ben con­si­de­rar al me­nos tres gran­des as­pec­tos u orien­ta­cio­ne­s. En pri­mer lu­gar, los me­dios de co­mu­ni­ca­ción pue­den con­si­de­rar­se co­mo ma­ni­fes­ta­cio­nes so­cia­les que se si­túan den­tro de la in­dus­tria de la in­for­ma­ción y del en­tre­te­ni­mien­to. En se­gun­do lu­gar, los po­de­mos con­si­de­rar agen­tes de de­ter­mi­na­dos mo­de­los co­mu­ni­ca­ti­vos (emi­sores) que pro­du­cen men­sa­jes de los que so­mos des­ti­na­ta­rios (re­cep­to­res) y, por úl­ti­mo, los po­de­mos con­si­de­rar des­de la pers­pec­ti­va de la es­truc­tu­ra, el con­te­ni­do y la for­ma que tie­nen los men­sa­jes co­mo ca­te­go­rías de dis­cur­so o tex­tos con los que el es­pec­ta­dor en­tra en con­ta­co y los tra­ta de tú a tú.
Así pues nos en­con­tra­mos an­te un fe­nó­me­no de una tri­ple di­men­sión: so­cial (mass me­dia), lin­güís­ti­ca (mo­de­los co­mu­ni­ca­ti­vos) y se­mió­ti­ca (dis­cur­sos y tex­tos au­dio­vi­sua­les).
Cuan­do plan­tea­mos co­mo ne­ce­sa­rio que cual­quier es­tra­te­gia edu­ca­ti­va so­bre los me­dios de­be con­tem­plar ine­xo­ra­ble­men­te ac­ti­vi­da­des tan­to de lec­tu­ra co­mo de crea­ción de men­sa­jes (imá­ge­nes, so­ni­dos, grá­fi­co­s, etc.), es­ta­mos ha­cien­do una re­fe­ren­cia a los si­guien­tes as­pec­tos: con la lec­tu­ra de­sa­rro­lla­mos es­tra­te­gias e in­cor­po­ra­mos sis­te­mas de aná­li­sis es­pe­cí­fi­cos de los dis­cur­sos au­dio­vi­sua­les y con la crea­ción es­ta­re­mos fa­vo­re­cien­do en nues­tro alum­na­do el in­cor­po­rar den­tro de su ex­pe­rien­cia per­so­nal de­ter­mi­na­dos mo­dos de pro­du­cir men­sa­je­s. A par­tir de aquí, el in­di­vi­duo es­ta­rá en una si­tua­ción que le per­mi­te ubi­car a los me­dios au­dio­vi­sua­les co­mo ele­men­tos pro­pios  de su cos­mo­go­nía y , de es­ta ma­ne­ra, go­zar del dis­tan­cia­mien­to ne­ce­sa­rio pa­ra con­su­mir, in­ter­pre­tar y sub­ver­tir los dis­cur­sos au­dio­vi­sua­les que le son ofre­ci­dos.

desarrollo de un programa en educación para los medios de comunicación
Len Mas­ter­man (3), pres­ti­gio­so pro­fe­sor de Me­dia Li­te­racy en la Uni­ver­si­dad de Not­hing­ham (Rei­no Uni­do), con­si­de­ra que un pro­yec­to de en­se­ñan­za de los me­dios ha de con­si­de­rar, al me­nos, las si­guien­tes ideas prin­ci­pa­les:
1. To­do lo que co­mu­ni­can los me­dios son cons­truc­cio­nes. Los me­dios de co­mu­ni­ca­ción no son re­pro­duc­cio­nes de la rea­li­dad ni tam­po­co el re­fle­jo o el es­pe­jo de la so­cie­dad. Por el con­tra­rio, ofre­cen cons­truc­cio­nes cui­da­do­sa­men­te rea­li­za­das que han si­do so­me­ti­das a nu­me­ro­sas prue­bas y de­ci­sio­nes. La al­fa­be­ti­za­ción au­dio­vi­sual en­se­ña a des­mon­tar, a in­ter­pre­tar esas cons­truc­cio­nes.
2. Los me­dios de co­mu­ni­ca­ción cons­tru­yen la rea­li­dad. Una par­te im­por­tan­te de las ob­ser­va­cio­nes y ex­pe­rien­cias en las que ba­sa­mos nues­tra re­pre­sen­ta­ción de lo que es el mun­do y co­mo fun­cio­na nos lle­ga pre­via­men­te cons­truido por los me­dios, con ac­ti­tu­des, in­ter­pre­ta­cio­nes y con­clu­sio­nes in­cor­po­ra­das. Por lo tan­to, te­ne­mos que con­si­de­rar que son los me­dios los que cons­tru­yen los co­no­ci­mien­tos que te­ne­mos no­so­tros de la rea­li­dad y nues­tros co­no­ci­mien­tos sue­len ser una re­pro­duc­ción de es­ta for­ma de re­pre­sen­ta­ción.
3. Las au­dien­cias ne­go­cian el con­te­ni­do de los me­dios de co­mu­ni­ca­ción. Nues­tra idio­sin­cra­cia es im­por­tan­te a la ho­ra de pro­ce­sar la in­for­ma­ción. Ca­da uno de no­so­tros bus­ca o “ne­go­cia” el sig­ni­fi­ca­do de ma­ne­ra di­fe­ren­te de­pen­diendo de muy di­ver­sos fac­to­res: ne­ce­si­da­des y an­sie­da­des per­so­na­les, pla­ce­res y pro­ble­mas co­ti­dia­nos, ac­ti­tu­des ra­cia­les y se­xua­les, me­dio fa­mi­liar y cul­tu­ral.
4. Im­pli­ca­cio­nes co­mer­cia­les de los me­dios de co­mu­ni­ca­ción. En la al­fa­be­ti­za­ción au­dio­vi­sual se in­clu­ye la to­ma de con­cien­cia de la ba­se eco­nó­mi­ca de las pro­duc­cio­nes de los me­dios de co­mu­ni­ca­ción y de qué ma­ne­ra es­to in­ter­fie­re en el con­te­ni­do, téc­ni­cas y dis­tri­bu­ción de las pro­duc­cio­nes. La en­se­ñan­za de los me­dios tra­ta tam­bién de ana­li­zar as­pec­tos ta­les co­mo quié­nes son los pro­pie­ta­rios de los me­dios, quié­nes los con­tro­lan y los efec­tos que de to­do es­to se de­ri­van. Un nú­me­ro re­la­ti­va­men­te pe­que­ño de per­so­nas con­tro­la lo que ve­mos, lee­mos y oí­mos en los me­dios de co­mu­ni­ca­ción.
5. Los me­dios de co­mu­ni­ca­ción con­tie­nen men­sa­jes ideo­ló­gi­cos. To­dos los pro­duc­tos de los me­dios son, en cier­to mo­do, pu­bli­ci­dad de sí mis­mos y tam­bién de va­lo­res o for­mas de vi­da; los gran­des me­dios de co­mu­ni­ca­ción con­tie­nen, de ma­ne­ra ex­plí­ci­ta o im­plí­ci­ta, va­lo­res ideo­ló­gi­cos. En­tre ellos po­de­mos dis­tin­guir to­dos es­tos o al­gu­nos de ellos: la na­tu­ra­le­za “del bie­nes­tar” y el papel que en esto tie­ne la opu­len­cia, la vir­tud del “con­su­mis­mo”, el pa­pel de las mu­je­res, de acep­ta­ción de la au­to­ri­dad y el pa­trio­tis­mo in­con­di­cio­nal.
6. Los me­dios de co­mu­ni­ca­ción tie­nen im­pli­ca­cio­nes so­cia­les y po­lí­ti­cas. Los me­dios es­tán ín­ti­ma­men­te vin­cu­la­dos al mun­do de la po­lí­ti­ca y de los cam­bios so­cia­les. La te­le­vi­sión pue­de in­fluir en la elec­ción de un di­ri­gen­te na­cio­nal ba­sán­do­se, en gran par­te, en la ima­gen, e igual­men­te pue­de in­vo­lu­crar­nos en te­mas ta­les co­mo los de­re­chos hu­ma­nos, la epi­de­mia del SI­DA, el ham­bre del Ter­cer Mun­do. Los me­dios de co­mu­ni­ca­ción nos ha­cen par­ti­ci­par de ma­ne­ra per­so­nal en pro­ble­mas na­cio­na­les o preo­cu­pa­cio­nes mun­dia­les.
7. For­ma y con­te­ni­do es­tán ín­ti­ma­men­te re­la­cio­na­dos en los me­dios de co­mu­ni­ca­ción. Ca­da me­dio tie­ne su pro­pia gra­má­ti­ca y co­di­fi­ca la rea­li­dad de una ma­ne­ra pro­pia. Así pues, los di­fe­ren­tes me­dios de co­mu­ni­ca­ción in­for­man del mis­mo acon­te­ci­mien­to pe­ro crean di­fe­ren­tes im­pre­sio­nes y men­sa­jes.
8. Ca­da me­dio tie­ne una for­ma es­té­ti­ca pro­pia. Del mis­mo mo­do que dis­fru­ta­mos de la be­lle­za de los rit­mos de al­gu­nas obras poé­ti­cas o en pro­sa, de­be­ría­mos ser ca­pa­ces de apre­ciar las for­mas y efec­tos agra­da­bles de los di­fe­ren­tes me­dios de co­mu­ni­ca­ción.

metodología para un proyecto en educación multimedial
La tec­no­lo­gía mul­ti­me­dia per­mi­te ac­ce­der en for­ma in­me­dia­ta a cual­quie­ra de los me­dios que son ob­je­to de es­tu­dio y de aná­li­sis, así co­mo pro­du­cir de ma­ne­ra si­mu­la­da en di­fe­ren­tes so­por­tes. Pa­ra po­der leer y crear men­sa­jes usan­do el mul­ti­me­dia so­bre Edu­ca­ción pa­ra los Me­dios, los usua­rios ha­brán de pa­sar por tres fa­ses. La pri­me­ra, que de­no­mi­na­mos de acer­ca­mien­to o sen­si­bi­li­za­ción ha­cia el me­dio, en la que pre­ten­de­mos que nues­tros usua­rios to­men con­cien­cia de las pe­cu­lia­ri­da­des del mis­mo y pue­dan de­sem­pe­ñar­se co­mo es­pec­ta­do­res de los men­sa­jes au­dio­vi­sua­les o es­cri­to­vi­sua­les pro­du­ci­dos en él.
En es­ta fa­se los usua­rios se co­nec­ta­rán de una ma­ne­ra es­té­ti­ca dis­fru­tan­do de las imá­ge­nes y los so­ni­dos que se le ofre­cen y co­no­ce­rán al­gu­nas ca­rac­te­rís­ti­cas de los di­fe­ren­tes me­dios. Ini­ciar­lo en es­te pro­gra­ma es po­ner­lo en con­tac­to con al­go pró­xi­mo a su en­tor­no. Es im­por­tan­te que el usua­rio re­pa­re que el mun­do au­dio­vi­sual que lo ro­dea es­tá sien­do ob­je­to de es­tu­dio, es­tá sien­do ana­li­za­do co­mo un te­le­dia­rio que ana­li­za las no­ti­cias del día. En es­te pri­mer mo­men­to con­si­de­ra­mos im­por­tan­te que el usua­rio jue­gue con las imá­ge­nes, que se di­vier­ta con ellas; de­sea­mos que en es­te ac­to de ini­cia­ción re­ci­ba la in­for­ma­ción co­mo pro­vie­ne nor­mal­men­te des­de el me­dio ha­cia el su­je­to. En es­te pri­mer re­co­rri­do pue­de na­ve­gar por la in­for­ma­ción sin más pre­ten­sio­nes que las que tie­ne cuan­do mi­ra un do­cu­men­tal, una se­rie o una tan­da de anun­cios.
Una se­gun­da fa­se su­po­ne ya un cier­to co­no­ci­mien­to del me­dio au­dio­vi­sual des­de di­fe­ren­tes pun­tos de vis­ta. De­be­mos ac­ce­der al co­no­ci­mien­to y aná­li­sis de las ca­rac­te­rís­ti­cas tec­no­ló­gi­cas o lin­güís­ti­cas es­pe­cí­fi­cas de di­cho me­dio que fa­ci­li­te ejer­cer co­mo lec­to­res de los dis­cur­sos pro­du­ci­dos por los me­dios au­dio­vi­sua­les.
En es­ta fa­se el usua­rio va a na­ve­gar por la in­for­ma­ción de una ma­ne­ra re­fle­xi­va. Al mis­mo tiem­po que re­co­no­ce los pro­ce­di­mien­tos au­dio­vi­sua­les que se uti­li­zan en los me­dios de co­mu­ni­ca­ción, co­mien­za a ana­li­zar el pa­pel que jue­gan los di­fe­ren­tes re­cur­sos que se po­nen en jue­go. En es­te mo­men­to co­mien­za la deconstrucción de los di­fe­ren­tes có­di­gos y ele­men­tos que uti­li­zan los di­fe­ren­tes me­dios de co­mu­ni­ca­ción. Es­te mo­men­to es si­mi­lar a un in­di­vi­duo que es­tá al­fa­be­ti­zán­do­se en la lec­toes­cri­tu­ra, des­cons­tru­ye y cons­tru­ye un men­sa­je en la to­ta­li­dad de los ele­men­tos que lo con­for­man.
Una ter­ce­ra fa­se de­be per­se­guir la uti­li­za­ción de los me­dios de tal for­ma que po­da­mos ac­tuar co­mo crea­do­res y co­mu­ni­ca­do­res.
En es­ta úl­ti­ma fa­se, el usua­rio va cons­truir sus pro­pios men­sa­jes. Va a crear su pro­pio en­tor­no mul­ti­me­dial in­cor­po­ran­do to­dos los len­gua­jes apren­di­dos en las fa­ses an­te­rio­res. Es­to sig­ni­fi­ca que va a cons­truir su pro­pia ar­qui­tec­tu­ra in­te­gra­da por imá­ge­nes en mo­vi­mien­tos, tex­tos, di­bu­jos, grá­fi­cos, fo­to­gra­fías, so­ni­dos, etc. Pa­ra lograrlo pue­de reu­ti­li­zar el ban­co de imá­ge­nes y de da­tos que tie­ne el pro­pio pro­gra­ma y, so­bre to­do, va a in­cor­po­rar sus pro­pias pro­duc­cio­nes.
Co­mo pue­de ob­ser­var­se, se tra­ta de pa­sar de un ac­to de apren­di­za­je mul­ti­me­dia a la crea­ción de pro­duc­cio­nes pro­pias. Es­to quie­re de­cir que al mis­mo tiem­po que co­no­ce y com­pren­de el me­ca­nis­mo y fun­cio­na­mien­to de di­fe­ren­tes me­dios de co­mu­ni­ca­ción que le per­mi­ti­rán tras­la­dar es­ta re­fle­xión y crí­ti­ca a su en­tor­no co­ti­dia­no, el usua­rio com­ple­ta­rá su pro­ce­so de in­for­ma­ción cuan­do es­té en la si­tua­ción de un co­mu­ni­ca­dor, de un crea­dor de men­sa­jes. Tra­ta­mos de que el usua­rio no sea el re­pe­ti­dor del iti­ne­ra­rio del au­tor del pro­gra­ma, si­no que sea, al mis­mo tiem­po, un crea­dor co­mo los au­to­res de es­te pro­yec­to.
An­te es­te aba­ni­co de po­si­bi­li­da­des, pue­de es­truc­tu­rar­se el tra­ba­jo de ma­ne­ra que en un de­ter­mi­na­do ni­vel edu­ca­ti­vo pue­dan es­tu­diar­se al­ter­na­ti­va­men­te di­fe­ren­tes me­dios, y de­pen­dien­do de la edad y del gra­do de di­fi­cul­tad, po­drá ac­ce­der­se des­de la pos­tu­ra de los es­pec­ta­do­res, lec­to­res o crea­do­res con el co­mic o la fo­to­gra­fía.
Es­ta pers­pec­ti­va que ofre­ce­mos fa­vo­re­ce una si­tua­ción fle­xi­ble, di­ná­mi­ca y crea­ti­va, a la vez que per­mi­te re­sol­ver gran par­te de las di­fi­cul­ta­des con que ha­bi­tual­men­te se en­cuen­tra el pro­fe­sor que in­ten­ta tra­ba­jar con los me­dios au­dio­vi­sua­les: la pre­pa­ra­ción de ca­da uno de los me­dios que se van a uti­li­zar, os­cu­re­cer las cla­ses pa­ra las pro­yec­cio­nes de dia­po­si­ti­vas, la di­fi­cul­tad pa­ra co­no­cer el ma­ne­jo de to­dos los me­dios. La in­te­gra­ción de los di­fe­ren­tes me­dios en un so­lo so­por­te fa­ci­li­ta el ac­ce­so a la uti­li­za­ción de to­dos los me­dios y no re­quie­re de los pro­fe­so­res una for­ma­ción ma­yor, en una eta­pa ini­cial, que co­no­cer el fun­cio­na­mien­to de una com­pu­ta­do­ra. Asi­mis­mo la in­te­gra­ción mul­ti­me­dia fa­ci­li­ta na­ve­gar por la in­for­ma­ción ge­ne­ral así co­mo pro­fun­di­zar en as­pec­tos muy con­cre­tos de un de­ter­mi­na­do me­dio en fun­ción del ni­vel de los usua­rios

viernes, 1 de junio de 2012

Calidad informativa de cadenas y redes de comunicación



Algo muy importante, es el reto de cada persona de convertir la información vista en televisión o cualquier otro medio de comunicación  en conocimiento, y este debe ser un habito tenido desde pequeño, y no hay mejor lugar para aprender a hacer esto que la escuela.

La importancia de esto es que cuando la cantidad de información es tanta, nosotros debemos aprender con el paso del tiempo y las experiencias a saber tomar lo que es bueno y puede pasar a un conocimiento adquirido para nuestro bien, y distinguirlo de lo que solo es propaganda y quiere vendernos algo que no siempre es saludable o nos beneficia.

El dato convertido en conocimiento nos ayuda, entre todas las otras cosas a comprendernos mejor y a comprender de la realidad.

Desgraciadamente la mayoría de las veces las cadenas de comunicación no tienen como finalidad informarnos sobre cosas que podrían beneficiarnos, sino vender algún producto o vender alguna idea, ya que estas son particulares y es un negocio.

La reflexión de cada persona es muy importante aquí, no solo atender a estos medios de comunicación y creer todo lo que escuchamos o leemos, si no pensar y no olvidar la realidad, por eso es importante cuidar el contenido de comerciales en los programas infantiles, ya que pueden afectar al desarrollo de los niños, e irse convirtiendo en niños consumistas, violentos u otras cosas y causar daños graves para una etapa de su vida mas adelante como es la adolescencia y pubertad..